miércoles, 27 de mayo de 2009

Instrucciones para dejar de ser una mujer tan pura como el agua. Incolora, inodora e insípida.



Hay ciertas cosas que me resultan más difíciles de pasar por alto que otras. Incluso, hasta me cuesta perdonarlas, siendo ésta una tarea que vengo realizando desde hace tiempo con mucho esfuerzo y después de haber pasado varias noches de insomnio sin obtener siquiera un resultado exitosamente correspondiente a la situación.A una mujer se le puede perdonar todo. No importa si tiene diez kilos de más.
Tampoco importa si es más baja que sus amigas. No importaría para el caso, que su figura no se pareciera en nada a la modelo de la revista del jueves. Mucho menos importaría si su cara tampoco se pareciera en nada a las actrices de la televisión.Seguramente usted, siendo mujer, diría que si estuviera con diez kilos menos se vería mejor.
También diría que si su figura fuese como la de las modelos de las revistas, sus pasos caminarían por otros lugares muy distintos a los de ahora. Seguramente usted, siendo hombre, lo haría más simple. Diría que el autor deje el vino.
Y puede que tenga razón.Pero de todas las faltas que puede tener una mujer, la única que no se le puede perdonar es la falta de seducción.Usted puede estar excedida de peso, o mejor dicho, ser simplemente gorda. Y a su amiga, la que está a su lado en la foto, no le sobra un centímetro en esas partes del cuerpo en donde no deben sobrar ni le faltan centímetros en las otras partes del cuerpo en donde no deben faltar.
La cara de muñeca no hace juego con su cara. Usted entonces se apresta a evitar preguntar al amigo de ambas quién es la más linda para eludir la obvia respuesta que se está imaginando sin que el amigo de ambas esbozara siquiera una i. A partir de ese momento, usted, con la respuesta imaginaria del amigo de ambas, ya se deprimió.
Pero lo que debería saber, es que las fotos están para que le pongan un marco. Y sería muy tedioso que su amiga camine por la avenida Santa Fe o por la Quinta Avenida enmarcada con varillas de madera y cuatro clavos.
Más tedioso sería aún si el amigo de ambas con intención de no serlo le declara su amor a su amiga, suben al auto durante una semana y un día los encuentra estrellados contra el Obelisco porque el ex amigo de ambas, ahora solamente amigo suyo y novio de ella, se quedó dormido mientras manejaba porque su compañera de viaje y ahora novia intentaba unir sin éxito dos frases interesantes.
La falta de seducción, aunque dure escasos segundos, tiene consecuencias terribles en el planeta y es la causa letal del aburrimiento masivo de la especie, por más hermosa que sea la especie causante de dicho aburrimiento.Vea, lo primero que tiene que hacer cuando desee conocer a alguien es intentar no conocerlo. Será feliz el resto de su vida.
Pero si insiste en tal empresa y no hay forma de hacerle replantear el problema, siga los consejos de mi tía Elvira que le van a poner algo de luz al camino sinuoso que está dispuesta a transitar.Primero de todo le aclaro que si usted es de las mujeres que no le sobran centímetros en donde no le tienen que sobrar y no le faltan centímetros en donde no le tienen que faltar, quizás le demande un mayor esfuerzo que a las demás, por la falta de costumbre.
Yo le aconsejaría a usted que si quiere tener alguna relación o correspondencia con alguna persona del sexo opuesto o del mismo, nunca utilice la fórmula “Soy rubia de ojos verdes. Mis medidas son noventa, sesenta, noventa.
Quiero que me escriban a mi correo”. Terrible error. Entró con el pie izquierdo. Usted es rubia y de ojos verdes, ya lo sé. Y también tiene muy lindo cuerpo, como dice. Pero eso en todo caso serviría si el lector en cuestión lo pudiera ver con sus propios ojos y en el campo de batalla. Usted debería saber que tiene que tener algo más que una cara o un cuerpo que se dice perfecto. Y si ese algo más no lo tiene, debería en forma urgente encontrarlo. Créame que se lo digo nada más para proteger su seguridad emocional. Ahora bien, si usted tiene ese algo más, la pregunta es: ¿Por qué no lo pone en su presentación?
Y luego, después de un tiempo, será una inmensa alegría de su correspondido lector descubrir que además de que usted tiene ese algo más, también es rubia y de ojos verdes. Fíjese qué diferente es la situación y cuánta razón tiene mi tía Elvira.
Si usted en cambio no es rubia de ojos verdes, no tendrá ese problema y se evitará ese momento tedioso en querer demostrar quién es usted a través de su cuerpo.Supóngase que está en una reunión con su amiga la modelo. A esta altura su amiga ya debería estar pidiendo a gritos que le curen el mal de ojos y usted estaría mirando al interlocutor de su amiga de una manera muy especial. Lo peor que puede hacer es alejarse del lugar y ponerse a hablar con los padres del anfitrión. El interlocutor de su amiga que usted mira con otros ojos no sabe nada de usted porque su cuerpo no habla de la misma forma que habla el de su amiga.
Así que es de suma importancia que salgan algunas frases interesantes de sus labios y empiece a demostrar que también usted piensa y no es ni el florero ni el perchero de la puerta. Pero no tiene que ser generosa. Siempre es bueno guardarse una o dos frases para más adelante.
De otra manera, el interlocutor de su amiga caerá en un mareo profundo y usted tendrá que salir de ese penoso momento buscando nuevas frases en tan poco tiempo.Ahora, admitamos que su amiga ya no es más su amiga.
Supongamos que el interlocutor de su amiga la invitó a usted a su departamento de la Avenida del Libertador mientras los dos se despedían de ella con un beso en la mejilla. Usted no debe pensar que a esta hora pudo escaparse del fondo del problema y a partir de este momento ya tiene al interlocutor de su amiga rendido a sus pies, aunque sea por esa noche.
No, usted debe saber muy bien que a partir de esa noche ya no podrá volver atrás, a pesar de mis advertencias. Siempre mírelo a los ojos.
Y cuando él la mire a los ojos, quédese en esa posición unos segundos y después baje la vista con cierto aire de vergüenza. Aproveche en esa circunstancia a mirar las otras partes del cuerpo que no podía ver de él mientras lo estaba mirando a los ojos. No se quede más de un segundo o dos mirando otras partes que no sean la cara de su pretendiente.
Vuelva a mirarlo a los ojos mientras se sigue interesando por sus gustos, pero por favor, no se quede con la mirada tiesa en su cara como si fuera una estatua. Hágalo con naturalidad. No está con un galán de cine, así que evite utilizar, aunque le resulte difícil, la posición que toman los músculos de su cara cuando ve la telenovela.Supóngase que están en el departamento de la Avenida del Libertador. No se quede de brazos cruzados esperando que el ex interlocutor de su amiga y ahora futuro amante suyo haga todo el trabajo.
Cometería un error terrible si así sucediera. Piense que si él hace todo el trabajo, lo hará siempre de la misma manera con cualquiera y por lo tanto usted está al borde de convertirse en una más. Tampoco haga todo el trabajo usted, porque si usted hace el trabajo de siempre, la que caería en la tediosa rutina sería usted misma y por lo tanto la segunda noche oscurecería de un total aburrimiento. Usted sígalo al principio, después de todo está en la casa de él y por lo tanto no conoce el lugar. Él nunca le va a mostrar el dormitorio como primera medida.
No se equivoque, no piense que ése es un juego de seducción de parte de él. No le muestra el dormitorio al principio porque la entrada del departamento es por el living y no por el dormitorio. Entonces ya que entraron primero al living, le va a mostrar el sillón, se va a dirigir a la cocina junto a usted y le va a preguntar si desea tomar algo, a lo que usted deberá responder que sí, tenga o no tenga sed. Y en esa situación usted deberá tener todos sus sentidos muy atentos. Esa será la mejor forma de saber quién es él. La única manera en que saldrá beneficiada en su vida será si aparece con una botella de champán y dos copas. Jamás, escúcheme bien, jamás diga que no toma alcohol. Eso déjeselo para su amiga la modelo.
Ahora si él aparece con una botella de agua mineral y dos vasos, le aseguro que su vida carecerá del glamour suficiente y necesario que debe tener su relación. Será en ese momento en que usted deberá tomar las riendas y sugerirle si no tiene otro tipo de bebida para la ocasión. Pero no lo fuerce a que busque por toda el departamento lo que él sabe que no tiene.
Usted ya puso su roce de distinción con solamente pronunciar esa frase y ahora debería decirle que era una broma y que usted también toma agua.A partir de ese momento usted puede hacer lo que le plazca con él, salvo enojarse. Lo puede acariciar, decirle cosas lindas al oído. Abrazarlo fuerte. Besarlo en el cuello. Morderlo. Pero sin dejar marcas. Eso es fundamental. Usted tiene que morder lo justo y necesario. Si muerde de más, lo que obtendrá es detener todo ese fluido de sensaciones mutuas. Si muerde de menos, mejor no muerda.Puede si lo desea y encuentra en el lugar, encender algún incienso para acondicionar el ambiente, pero si no hay no se moleste en buscar alguno.
No son tan necesarios si usted no le pierde pisada a lo que él hace. Mientras le va acariciando el pelo, con la otra mano puede ir desabrochándole la camisa y empezar a ver con sus propios ojos lo que su imaginación le estaba mostrando mucho tiempo antes. Incluso, mucho tiempo antes de conocerlo.No se abalance sobre él. Espere.
Tómese un tiempo y aproveche para ir a la heladera a ofrecerle algo de tomar. Pero por favor no sea cursi. Evite de todas maneras posibles abrir el congelador y sacar un cubito de hielo para pasárselo por el cuerpo. No caiga en esas costumbres cinematográficas que tienen los actores porque no pueden hacer otra cosa.
Más bien hable en tono suave e interesante mientras saca alguna bebida fría, para evitar que él mismo caiga en la cursilería del cubito de hielo en el cuerpo al ver que usted abrió el congelador. Cuídese de ese detalle, es muy importante.
Tan importante como que no vea las frutillas y las cerezas. No sea cosa que también se le ocurra vendarle los ojos mientras le pone y le saca una agria frutilla en los labios pensando que eso es seductor.Usted debe saber que lo más seductor que tiene es su mirada y su forma de actuar. Vuelva hacia él con cualquier bebida fría. En esta segunda instancia el tipo de bebida no hace a la cuestión. Comience a hablarle como usted aprendió, en forma suave. Póngase detrás de él. Apoya un instante sus labios en el cuello y luego hágale unos masajes en los hombros.
Puede ir dejando caer la mano por su pecho hasta que el suyo queda totalmente hundido en la espalda de él. También su mano puede seguir el recorrido del pecho descendiendo cada vez más hasta que cambie el paisaje. Si ya aprendió esa parte, ahora puede despedazarlo sin ningún temor al rechazo.Al día siguiente, cuando se levante con él, preste atención a los consejos de mi tía Elvira. No repita nada de lo que hizo la noche anterior.
Todas las sugerencias que utilizó en ese día y que le dieron tan buenos resultados, al siguiente no tienen el mismo efecto. Incluso, éste puede ser contraproducente y causar daños psicológicos a su autoestima. Deberá comenzar al otro día con todo de nuevo. Usted jamás deberá olvidarse del último consejo que nos enseñaba mi tia Elvira con justa razón: "las emociones siempre se reproducen, pero nunca se repiten".


Ricardo Cardone